Volvió la basura de Gran Hermano,
gran espectáculo oligofrénico,
para el espíritu puro arsénico,
por su mensaje burdo y chabacano.
Es lamentable que a un show tan malsano,
que para la mente es tan antihigiénico,
le den tan grande despliegue escénico
que a veces nos resulta algo marrano.
Antes usaban mucho el edredón;
ahora será en pelota y sin condón.
La presentadora es el todo nueva
y nos tiene la pinta un poco rara,
pero como es algo que ahora se lleva,
a lo mejor es que cambió de cara.