La Comisión del 11-M fue de guasa:
El tren se desguazó al siguiente día
porque la evidencia que contenía
seguramente no era nada escasa.
El juez Del Olmo con desidia crasa
tragó las trolas de la policía
y Olga la fiscal, pobrecita mía,
después de un año, no sabe qué pasa.
Manolón llora dando su alegato,
perros sabuesos pierden el olfato,
aparece fantasmal camioneta,
alguien encuentra una extraña mochila,
y borraron con tip las huellas de ETA.
(Solo faltó el teléfono de Gila).