Elecciones y fraude cibernético.
Y el Gobierno con la boca cerrada,
porque conocían bien la jugada
y no ven nada en ello, antiético.
Pero el hecho no es solo antiestético,
es todo él una tremenda guarrada
que no se diferencia en casi nada,
del robo catalán y el ERE bético.
Quieren vendernos a todos la moto
de un tremendo triunfo sin discusión,
pero tendrán que dar la explicación
de dónde ha ido a parar tanto voto.
Ahora ya con los de su calaña
pueden empezar a romper a España.