Ya llevamos cincuenta años matando,
y hemos asesinado a novecientos.
Nos ha costado muchos sufrimientos,
pero un buen resultado nos va dando.
Yo creo que debemos ir pensando
en prometerles arrepentimientos,
pues aunque solo sean aspavientos
muchos idiotas se lo están tragando.
A Patxi lo tenemos camelado,
aunque siempre él estuvo a nuestro lado.
Pero hemos de volver al clima hostil,
matando poco a poco y con paciencia,
porque quién sabe si matando a mil
conseguimos por fin la independencia.