Muerto el generalazo, sin tiros ni bombazo,
Suárez el abulense, acabó lo castrense.
Difunta la UCD, vino Calvo Sotelo
y como Calvo que era, le vimos poco el pelo.
Por todos aclamado, apareció Felipe,
pero el Gal y Filesa le metieron la gripe.
Tras su encuentro con Guerra, cogió el timón Aznar
que unos cuantos desmanes tuvo que solventar.
Luego fue la catástrofe del necio Zapatero
torpe, inculto, ignorante, gran masón y embustero,
y para no hacer nada, apareció Mariano
que vagueó cuatro años fumándose un habano.
Ahora manda en España Pedro Sánchez el chulo
cuyo chusco gobierno es un espectacúlo.
Españoles ingenuos:¡atención!¡parad mientes!
pues vuestros gobernantes son cuasidelincuentes.
LOS CINCUENTA SINVERGÜENZAS
Los cincuenta sinvergüenzas señoresde las tarjetas de Caja Madrid,se conocían muy bien el ardidpara estafar a los ahorradores. En aquella tropa del malhechorestodo el mundo