Por ahí anda Arzálluz el gran patriota,
el de los chicos de la gasolina,
el que tiene la idea peregrina
de que matar por Euzkadi es de nota.
Pero el pobre sufre una gran derrota,
porque Euzkadi libre, no se avecina,
aparte de que está lleno de inquina
y con la tolerancia del todo rota.
A él le gusta que haya en las calles riña
y que alborote la kaleborroca,
lo cual en un cura, mucho nos choca.
En el Más Allá va a tener morriña
pues por allí, de su amada ikurriña
yo me imagino que a ver muy poca.