A la señora Cristina Cifuentes
yo de ninguna manera la envidio,
porque ahora hay mucho extraño homicidio
y en ellos perecen famosas gentes.
Vamos a tener que estar muy pendientes
ante cualquier posible “suicidio”,
o ante alguna orden de presidio,
(aunque entre políticos no son frecuentes).
Cuando un político se hace molesto
y al partido ya le produce tedio,
pues no quiere desaparecer presto,
lo sacan drásticamente del medio.
La corrupción en las altas alturas
es mayor de lo que tú conjeturas.