Si eres político eres mentiroso
pues para sostenerte en el poder
tienes que prometer y prometer
y mostrarte siempre muy generoso.
Aunque seas muy activo y animoso
nunca podrás cumplir con tu deber,
pues primero tendrás que obedecer
a algún político más poderoso.
Vuestro honor está ya cataléptico
y no inspira ninguna devoción,
pues nos habéis hecho tanta traición
que todo el pueblo está ya muy escéptico.
El mundo político, en conclusión,
es un apestoso pozo séptico.