Hay padres y madres que no se enteran.
El síndrome de Down, a Arcadi Espada
no le gusta absolutamente nada
y dice que es mejor que no nacieran.
Y no hubieran nacido si supieran
que iba a ser una vida desgraciada,
pues Arcadi, con una idea errada,
dice que malos días les esperan.
Pero en esto el eximio columnista
introduce la gamba y se despista.
Él sigue fiel a la doctrina infecta
del aborto para los defectuosos;
él solo quiere una raza perfecta
sin códigos éticos molestosos.