Este someto tiene mucha miga:
El gran Tribunal supremo no es tal,
porque hay otro importante tribunal
que puede retorcerle lo que diga.
La sentencia del Supremo no obliga
si los jueces del Constitucional
dicen que la sentencia está fatal
y la consideran como boñiga.
Estas disputas de jurisconsultos,
tan leguleyos ellos y tan cultos,
nos van sonando a coña marinera.
Los políticos cacos salen absueltos,
los ladrones de Cajas están fuera,
y los nazis etarras andan sueltos.