Digo con orgullo que soy creyente,
gallego, y que no soy homosexual.
De nuestro gobierno pienso muy mal
y aún pienso peor de su presidente.
Tenemos un Podemos pestilente
y un Tribunal Supremo que no es tal,
pues lo corrige el Constitucional
que a veces se muestra muy complaciente.
Yo sostengo que nuestra democracia
es una sofisticada comparsa
a la que una pútrida partidocracia
ha convertido en una triste farsa.
Con tan sólido programa tan sin tacha
llevo con orgullo el título de facha.