Aquellos nazis y sus mil desmanes
no eran italianos ni portugueses
ni tampoco españoles o franceses,
eran todos muy cultos alemanes
como los que ahora van de capitanes
cobrando ladronazos intereses
y haciendo aún más graves los reveses
de los que ellos consideran patanes.
Los que ahora nos hallamos en la ruina
nunca hemos despreciado a otros humanos
ni hemos asesinado con inquina
a miles de judíos y gitanos.
Los de aquella espantosa escabechina
fueron los muy cultos pueblos germanos.