El concepto de Dios del cristianismo
es defectuoso y está deformado,
pues tristemente lo hemos heredado
del vengativo dios del judaísmo.
Y aún es peor el que tiene el islamismo
pues la idea de Dios que les han dado
es la de un Alá celoso e irritado
que de la realidad dista un abismo.
El dios de Abraham es también irascible
porque nos mete miedo con infiernos
en donde arden unos fuegos eternos
y de donde salir es imposible.
En Cristo tenemos un Dios mejor
pues nos predica el perdón y el amor.