Suelen decir que cuando hay democracia
es el pueblo quien propiamente manda.
El que tal dijo, muy despistado anda
porque afirma una tremenda falacia.
La democracia tendría eficacia
si no estuviese en manos de una banda
que la convierte en una vil parranda
y la transforma en una gran desgracia.
Tristemente, funciona en un Estado
acaparado por unos villanos,
que, ya hace años, fue muy bien diseñado
para saquear a los ciudadanos,
y donde el mando está muy limitado,
y solo en poder de dos o tres manos.