La taimada desfeminización
que se está dando en nuestra sociedad
es una gravísima enfermedad
que aqueja a nuestra civilización.
La mujer está en franca rebelión
y se resiste a la maternidad,
pues cree que eso es cosa de otra edad
y ahora quiere ser igual que el varón.
Aunque seamos igual de inteligentes,
las tareas en nuestra sociedad
son necesariamente diferentes,
pues en ellas reina gran variedad,
y eso lo indican con gran claridad
las diferencias físicas tan patentes.