Cierto grupo de cojos muy tozudo
tuvo el original y chusco antojo
de hacer un Día del Orgullo Cojo
que fuese muy brillante y cojonudo.
Este grupo patoso y muy boludo,
seleccionó a un burrito patiflojo,
le pusieron una pata en remojo,
y cuando en la pata se le hizo un nudo,
desfiló en medio de un gran guirigay,
como lo hacen lo del orgullo gay.
Porque como el ser cojo es natural
y además progresista y muy corriente,
se propusieron que toda la gente
viese la cojera como normal.