Hoy hablaré del Estado Canalla,
una cruel y monstruosa institución,
que en el mundo entero a cualquier nación
la tiene esclavizada y la avasalla.
Es inútil plantearle una batalla
pues te acorrala con cualquier razón,
o injustamente te mete en prisión
si tu indignada ira no se calla.
Disfrutar de este maldito sistema,
tan esclavizante y tan canallesco,
no es para los políticos problema
y se ve que a todos les trae al fresco.
Un político en un partido actual
no es ciudadano honesto ni cabal.