Una vez concluidas las elecciones
se oyen voces por los ayuntamientos
denunciando sospechas y lamentos
porque hubo ciertas desapariciones.
En un fraude hay muchas evoluciones
y muy disimulados movimientos
que casi fuerzan a cientos y cientos
a que cambien sus votos y opiniones.
El CIS de Tezanos es puro fraude,
tus “decreto-ley” fuerzan la opinión,
tu falsa tesis nadie te la aplaude,
y tu gobierno es una maldición.
Las elecciones son pura extorsión
y un depravado embeleco cum laude.