Al contemplar el político atasco
que ya huele lo mismo que un establo,
me viene a la mente un solo vocablo:
y ese vocablo es la palabra ASCO.
No tengo derecho a llevarme un chasco
cuando veo que por allí anda Pablo,
con su gran pedigrí de pobre diablo
que hace aún más imposible el desatasco.
Mariano es el modelo de traidor,
y Pedro, Soraya, Susy y Rivera
ya nos están oliendo a cochiquera
y no aguantamos más su mal olor.
Nuestra política es apestosa y fea
en manos de esta sucia patulea.