Tu padre dejó una memoria grata
y algún libro tuyo está en mi domicilio,
pero en lo de Rouco, cabreado Emilio,
me parece que has metido la pata.
Tu artículo es demagogia barata,
tras de leerlo hay que pedir auxilio
y yo de pasmo el sueño no concilio
viendo cómo tu mente disparata.
Te desagrada el himno nacional,
ves el patriotismo como esperpento,
la fe de los cristianos te es fatal;
eres un culo de muy mal asiento.
Tus palabras no son equivocadas
porque lo tuyo, Emilio, son burradas.