Dicen que disfrutamos de Estado de Derecho,
y cuando oigo tal chiste me estremezco y me erizo,
porque más bien hoy somos un estado chorizo
con políticos falsos de rastro y de desecho.
Son los grandes señores del pufo y del cohecho
de la cuenta escondida en algún banco suizo
que están en política por algún raro hechizo
sin que nadie recuerde algo por ellos hecho.
Estado de Derecho con olor a embutido,
regido por intrusos, trileros y buscones
que el dinero que sisan lo esconden en rincones
para que se lo queden los fuertes del partido.
Para vergüenza nuestra, esto es lo que hemos hecho
de nuestro tan pomposo Estado de Derecho.