Volvió la algarabía de Gran Hermano
donde todo mal gusto tiene su asiento,
Prepárense ustedes a algún esperpento
o a algún espectáculo bastante marrano.
Este año prometen hacerlo muy sano
y como una prueba de su buen intento
han metido a un cura con su sacramento
para que les diga la misa temprano
y para que oiga también sus confesiones
cuando comiencen a usar los edredones.
Más tarde vendrán las amistades rotas
y los cotorreos de cultura crasa,
las peleas fuertes y las palabrotas
y así Gran Hermano embrutece a la masa.