La guerra es contra todo lo cristiano
y no es solo contra el catolicismo,
el rechazo al crucifijo es simbolismo
de este odio tan profundo y tan pagano.
Esto no lo percibe el pueblo llano,
y esta guerra se está dando ahora mismo;
es la fiera lucha contra el laicismo
que hace Francisco desde el Vaticano.
Esta guerra tiene un gran capitán
que en las sombras dirige a los humanos,
que son pobres inconscientes villanos
que sin saberlo, a su servicio están.
Aunque ellos no lo crean, es Satán
quien dirige los destinos mundanos.