Me invitan para hacerme un homenaje,
y esto lo considero un mal asunto,
pues es que me ven ya medio difunto
y quieren tener listo el reportaje.
Y me llaman también para un rodaje,
pero detrás de todo, yo barrunto
que lo que quieren es tenerlo a punto
para cuando emprenda mi último viaje.
Pero están todos muy equivocados
pues mi ángel guardián me dijo muy bien
que hasta que menda no cumpla los cien
tendré los huesos bien atornillados,
de modo que van a quedar chafados
porque hasta entonces voy a estar fetén.