Cuando Alfredo reciba el mojicón,
la despistada tropa socialista
muy aturdida, posará su vista
en la catalana Carma Chacón.
Tendremos entonces la aberración,
muy propia de la etapa Zapatista,
de que una acérrima nacionalista
aspire a presidir nuestra nación.
Pero Carma Chacón ya a nadie engaña
pues fue socia del de la “puta España”,
defiende fieramente el Estatut,
rechaza la Constitución de plano
y para un charnego será fotut
no poder estudiar en castellano.