Se murió por fin Leopoldo Panero
que se había ido muriendo poco a poco,
pobre, drogado, abandonado y loco
y en un estado triste y lastimero.
Lo presentan como a un poeta puntero,
yo leo sus versos y a su musa invoco
y de inmediato con sus frases choco
pues son el fruto de su desespero.
El es ejemplo trágico y palmario
de una sociedad loca y desquiciada
que se siente feliz e hipnotizada
por todo lo anormal y estrafalario.
Decir que Panero es poeta perfecto
es políticamente muy correcto.