Cada libro es un objeto sagrado
que trasciende toda literatura
y que con sus mil ideas, conjura
todo lo oscurantista y atrasado.
Cada libro es un objeto encantado
que contiene en sí la esencia más pura
de la ciencia humana y de la cultura
de un modo resumido y encriptado.
Las páginas de un libro son algo vivo,
pues son las sinapsis y neuronas
de millones y millones de personas
del global inconsciente colectivo.
Los libros son parte de la liturgia
de nuestra contemporánea taumaturgia.