Los muy patriotas curas catalanes
son casi todos independentistas,
y los fieles constitucionalistas
caen un poco fuera de sus planes.
El más grade de todos sus afanes
es colgar banderas secesionistas
en campanarios, para que sean vistas
por impíos charnegos ganapanes.
Ellos para desplegar la señera
lo tienen todo preparado y listo,
pues su fe en Cataluña es verdadera,
equiparable a la fe en Jesucristo.
Pastorean las ovejas catalanas
y olvidan a las cabras castellanas.