Los dignos y decentes catalanes
a Junqueras y a Puigdemont
deberían meterlos en prisión
por indeseables y por truhanes.
Este par de patrióticos patanes,
con la gran farsa de la rebelión ,
convirtió a Cataluña en irrisión
y la quiso someter a sus desmanes.
No querían total independencia,
lo que estos tipos estaban pensando
era tener aún mayor influencia
y, de paso, poder seguir robando.
Pero Cataluña está despertando
porque ya se le acabó la paciencia.