Salvador Freixedo

Los juristas están mudos
ante unos parlamentarios
incultos y estrafalarios,
que como son muy boludos

legislan preceptos rudos,
feminazis y sectarios,
propios de gentes de armarios,
muy injustos y muy crudos.

Los acusados varones,
aun si son gentes amables,
siempre serán los culpables,

violadores y bribones.
Y ante estos desaguisados,
los juristas, tan callados.

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