Me dicen que soy hereje, y lo soy,
porque yo no escucho a la jerarquía
a la que considero bastante impía
y mi nihil obstat no les doy.
Porque la verdad es que el dogma hoy
tiene necesidad de una sangría,
para poner la religión al día,
y esa es la tarea en que ahora estoy.
Mientras algunos me acusan de carca,
otros me califican de Satán.
Decen que en cuanto me lleve la parca
me llevará en su barca hacia su clan.
Pero muy equivocados están
pues no existe tal clan ni tal barca.