Salvador Freixedo

Siempre le he pedido a mi ángel guardián
no tener hambre, frío ni dolor,
él lo cumple, porque es mi servidor
y se porta como un buen edecán.

Aunque él es un espíritu superior,
se aviene a servir a un perillán,
y ayuda con constancia y con afán
a este envejecido Salvador.

Hace tiempo me tiene demostrado
que a mis necesidades presta oído,
pues en las mil cosas que le he pedido

nunca en ninguna de ellas me ha fallado.
Si quieres estar muy bien protegido
procura tenerlo siempre a tu lado.

Más sonetos de Salvador Freixedo

¿CREES EN DIOS?

Crees en Dios Padre que está en el cielo,y que es de todo el orbe el timonel.Sin embargo, no le eres nada fiely tu corazón

VENID AFRICANOS, PERICO OS LLAMA

Venid africanos, Perico os llama,y si hay algún problema que os apura,venid a España que es tierra seguray aquí os brindaremos comida y cama. Carmena