Salvador Freixedo

Mi cuerpo está dormido y medio muerto,
los años lo han lo ha doblado poco a poco,
pero mi cerebro no sufre sofoco,
y se halla cada día más despierto.

Yo cultivo mis flores y mi huerto
muy apartado de este mundo loco,
y las nuevas que llegan, las enfoco
con gran paz, y en sonetos las convierto.

Para mí ver florecer un rosal,
o los gorjeos locos de un jilguero,
los veo como algo más esencial

que lo que diga un político embustero.
Por eso, con nadie me cambiaría
porque me ha tocado lotería.

Más sonetos de Salvador Freixedo

SUICIDIO

Cualquier hombre o mujer que se suicidala Iglesia nos dice que se condena,y deberá sufrir tremenda penapor una acción tan mala y desmedida. Pero esta

EN NUESTRA HACIENDA

En nuestra Hacienda de tracahay un tal señor Montoroque sin pausa y sin decoronuestros euros nos sonsaca. Pero ni es toro ni es vacaporque grita

MATAR AL PRESIDENTE

Nos quisieron matar al presidenteque por servirnos a todos suspira,que nunca no ha dicho una mentira,y que es tan humilde y tan complaciente. Increíble que