Mi único dogma es ser buena persona
mientras viva y camine por acá.
Desconozco cómo es el Más Allá
pues es muy misteriosa aquella zona.
Yo sé que el buen Dios todo lo perdona,
y eso gran alegría uno le da
cuando ya para aquel mundo se va,
pues ve que el cuerpo se le desmorona.
Allí llegan cada día mil gentes
de diversos dogmas y religiones
con creencias del todo diferentes,
y para todas hay cielo y perdones
si han sido respetuosas y decentes,
pues Dios no tiene infiernos con carbones.