No quieren acabar la corrupción
puesto que con ella les va muy bien,
y si alguien la acaba y le da el amén
se les termina a ellos su diversión.
Nuestro sistema está en putrefacción
y mantiene al pueblo como un rehén,
mientras ellos gozan a tutiplén
y por eso evitan su defunción.
La gente se siente muy oprimida,
y por eso quiere ya terminarlo,
pero como para ellos es su vida
el Gobierno se empeña en continuarlo.
Es muy ignominioso y deprimente
ser esclavo de un sistema indecente.