Coloqué en facebook mi cara arrugada,
y fue un milagro, pues casi al momento
me salieron amigos mil y un ciento,
y al parecer, es cosa inusitada.
En facebook sospecharon tanta entrada,
y me exigieron mucho documento;
querían ver si lo mío era un cuento,
o una personalidad suplantada.
Me puse a trabajar sin dilación,
y les mandé papeles, demostrando
que a pesar de ser viejo y noventón,
Freixedo aún está vivo y coleando.
Y así ahora en Facebook ya son testigos
de que, en verdad, tengo miles de amigos.