Sánchez no cree en la Constitución,
y tampoco cree en el Poder Judicial,
Cámara y Senado le dan igual
pues la ley la hace él en Gobernación.
Pablo el Coleta, es de igual condición,
él quiere revolución general,
y como es un proletario total,
se ha comprado tremendo casoplón.
Si somos tan locos que votamos
a esta pareja de irresponsables,
estúpidamente nos suicidamos
y nos esperan tiempos miserables.
Entre cuarenta millones de gentes
¿no hay en España políticos decentes?