Sigue el farsante Estado de Derecho
con los buenos banqueros forajidos,
siguen los políticos corrompidos
muy amigos del robo y del cohecho.
Sigue el Estado débil y deshecho
en manos de los corruptos partidos,
dirigidos por políticos podridos,
y siguen los masones al acecho.
Siguen los tertulianos sin desmayos
parloteando como papagayos.
Sigue Telecinco con sus guarradas,
y siguen los jueces con su buenismo,
y el orgullo gay con sus charlotadas,
y sigue España hundiéndose en el abismo.