Hoy me voy a atrever a ser sincero
y a salir fuera de mi propio armario
pues ya me siento como un presidiario.
Hoy voy a confesar que ¡soy hetero!
Estoy muy cerca ya del desespero
porque actualmente lo más ordinario
y que es casi del todo necesario
es el ser bisexual o ser chapero.
Busco trabajo en la televisión
pero los jefes me miran fatal
pues por haber dicho que soy varón
no me admiten porque no soy normal.
En la tele dicen que soy antiguo
y que allí prefieren al que es ambiguo.