Salvador Freixedo

Político de una pieza,
modelo de honestidad,
vio dinero en cantidad
y se tiró de cabeza.

Tenía voto de pobreza,
demostraba gran piedad,
mas falló en la castidad,
y el buen cura ya no reza.

Aquel taxista engañaba
pues daba muchos rodeos,
y el cartero de correos

las cartas curioseaba.
Para cada profesión
hay especial tentación.

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