Nuestros tertulianos, como chorlitos,
discuten con furor fenomenal
por qué la economía va tan mal
y lo discuten cada día a gritos.
Nos dan pena pues son unos benditos
y todo lo que digan nos da igual
porque no saben que el gran capital
está todo en manos de unos poquitos.
Primero las “sub prime” les inquietaban,
luego vino Riesgo con su prima,
luego aquella deuda que aún da grima,
y ahora porque ya no nos rescataban.
Y entre tanto, don Mariano a dos velas
esperando a ver qué dice Bruselas.