Ha pasado lo mismo que cada año;
se han abarrotado las autovías
y sucede siempre en los mismos días
la puntual emigración del rebaño.
Corren todos al mar a darse un baño,
no quieren celebrar las fiestas pías,
no van a procesión ni a profecías
pues piensan que éstas son cosas de antaño.
Se darán en el mar tres chapuzones,
se acostarán rendidos por las noches,
regresarán mohínos en sus coches
y volverán a sus ocupaciones.
Pero los del paro y los de la cola
esos no probarán ninguna ola.