Yo no trabajo para hacerme rico,
o para tener un yate imponente;
eso es propio del poco inteligente,
con dinerito, pero algo borrico.
Mis horas de trabajo las dedico
a hacerme una persona competente,
y a ser con todo el mundo complaciente,
y por bobadas no me mortifico.
Procuro no meterme en un enredo,
no soy un lelo ni tampoco un as,
ayudo a todo el mundo en lo que puedo,
sin husmear las vidas de los demás,
y me esfuerzo por seguir una ciencia,
que es tener muy tranquila mi conciencia.