Sol padre, sol amigo, sol hermano
que haces a mi camelio florecer,
no retrases ya más tu amanecer,
y te ruego que asomes más temprano.
En mi huerto te espera el avellano,
y el rosal que ha empezado a florecer
y unas hierbas que acaban de nacer
que alimentan al grillo y al gusano.
Padre sol, sacude ya tu pereza.
no atrases por más tiempo tu salida,
pues tu sola presencia le da vida
a la soñolienta naturaleza,
que sin tu faz está medio dormida
y no muestra del todo su belleza.