Los sanfermineros de “la manada”
son un fruto de la filosofía
con que los educó la progresía,
aunque ahora dicen que no saben nada.
A los autores de esta salvajada
les inculcaron, y muy a porfía,
la educación de la ciudadanía
tal como Zapatero aconsejaba.
Los sexualizaron a una edad tierna,
según el cejas dejó estipulado,
pero al mismo tiempo les han castrado
una natural empatía fraterna,
y esto da como final resultado
estos jóvenes progres de la caverna.