Aquella Forcadell empedernida,
la de las independencias eternas
salió ayer con el rabo entre las piernas
muy triste, llorosa y arrepentida.
A gente como ella, tan atrevida,
hoy día en las democracias modernas
le vacían encima las cisternas
y la tienen encerrada de por vida.
Se atrevió, porque un gobierno de idiotas
hace tiempo que no sabe qué hacer,
y unos socialistas antipatriotas
lo único que quieren es el poder.
Esperemos queden escarmentados
porque han quedado muy excrementados.