Dicen que Rajoy es registrador,
de eso no me cabe la menor duda,
pero hay otra verdad mucho más cruda
y es que Mariano Rajoy es un traidor.
En cuanto el tío se vio ganador,
tuvo un ataque de vagancia aguda,
y dejó a la derecha coja y muda
acabando como el gran perdedor.
Liquidó a San Gil y a Mayor Oreja,
recibió sobres extras, por la cara,
y si la justicia lo investigara
debería terminar tras la reja.
Pero esto es solamente una ilusión
pues los políticos no van a prisión.