Duermo en la misma cama en que nací,
y en la que nacieron todos mis hermanos,
donde he tenido tantos sueños vanos
sobre aventuras que nunca viví.
Y tan solo a varios metros de aquí
nacieron mis ancestros aldeanos,
trabajadores y buenos cristianos
a los cuales yo nunca conocí.
Todos nacimos bajo el mismo techo
y aquí estoy yo recordándolo en mi lecho.
A la hora de nacer, todos lloramos,
y a la hora de morir todos gemimos.
No sabemos de dónde venimos
ni al morir sabemos a dónde vamos.