Jesucristo nos había dicho: ¡Amaos!
Pero no le prestó oídos la gente,
y lo mismo habían dicho en Oriente
los Confucios, los Budas y los Laos.
Pero vino Satán y dijo: ¡peleaos!
y obedecimos inmediatamente,
y por eso tenemos actualmente
un planeta de violencia y de caos.
Ahora estamos asistiendo al sepelio
de un mundo pacífico y ordenado,
porque desoímos y hemos despreciado
los buenos consejos del evangelio.
Y el castigo de nuestro atrevimiento,
serán guerras, penas y sufrimiento.