Los padres jesuitas de Loyola,
malos discípulos de San Ignacio,
convirtieron aquel sagrado espacio
en cueva de una ETA antiespañola.
Esta mafia que a todos nos amola
encuentra allí un ambiente nada reacio,
y allí trama sus crímenes despacio
que pueden ser de bomba o de pistola.
El cuarto voto de obediencia al Papa
a los de Loyola se les escapa.
Fueron la Compañía de Jesús,
en otro tiempo sabia y oportuna,
pero eso ahora les da gran repelús
y son la Compañía de Batasuna.